Prisiones

Todos los elementos de estas instalaciones deben garantizar la seguridad de los funcionarios y la correcta custodia de las personas presas. Su construcción, organización y funcionamiento están condicionados por los distintos regímenes penitenciarios y grados de tratamiento que determina el sistema penitenciario.

La Administración Penitenciaria garantiza que las prisiones sean seguras, dotadas de los medios materiales y personales necesarios que aseguren el mantenimiento, desarrollo y cumplimiento de sus objetivos. Deben garantizar una adecuada calidad de vida de las personas en prisión y ofrecer las prestaciones y espacios adecuados para su acceso a la educación, a la formación profesional, actividades culturales, deportivas, laborales y demás programas encaminados a su reinserción en la sociedad una vez cumplida su condena.

Seguridad Interna

se ubica dentro de las paredes del edificio, incluido el cinturón interior de seguridad y las murallas que delimitan la zona considerada de alta seguridad, donde la circulación está restringida a personas y a vehículos no oficiales y donde el personal de seguridad que cubre este servicio está autorizado a disparar, si el caso lo requiere.

Incluye áreas criticas como la planta de luz, calderas, depósito de armas, vestidores del personal de vigilancia, aduana y dormitorios para internos considerados de máxima peligrosidad.

Contempla también el adecuado desarrollo de las diferentes actividades y conductas propias de los internos en general, así como la tranquilidad de quienes se encuentren dentro del perímetro del establecimiento.

Seguridad Externa

se refiere a la protección que en toda institución penitenciaria se debe establecer para prevenir posibles ataques desde el exterior. Está delimitada, entre otros elementos, por marcas visibles que señalan impedimentos al libre acceso de personas y vehículos que lleguen del exterior.

Contempla toda el área circunvecina a la institución como zona de circulación prohibida. Para cumplir con esta indicación se requiere la implementación de rondines y vigilancia permanentes.

Zona de alta seguridad

Tiene circulación restringida (cinturón interno y externo de seguridad, deposito de armas, planta eléctrica, etc.)

Zona de media seguridad

Tiene circulación controlada (área de visita familiar e íntima, ingreso, servicio médico, centro de observación y clasificación, etc.)

Zona de baja seguridad

Tiene circulación libre (pasillo a dormitorios, área deportiva, centro escolar, etc.)

Cómo gestionar la infraestructura crítica

Es crucial que los gestores de estos sistemas estén al tanto de las regulaciones vigentes, las mejores prácticas y las tecnologías actuales para asegurar el bienestar de estas infraestructuras cruciales. Los sectores de infraestructura crítica están presentes en todos los ámbitos de nuestra vida cotidiana.

Software de seguridad integrada

Es imprescindible que las prisiones dispongan de un software único, como Amadeus 5, que gestione -entre otros- el control de accesos, la videovigilancia, la detección de presencia y la detección de incendios a través de una misma plataforma a la que puedan acceder todos los miembros de seguridad y dar respuesta inmediata a las alarmas pertinentes.

Videovigilancia y CCTV

Las cámaras de vigilancia en tiempo real permiten controlar las diferentes zonas en tiempo real, desde el perímetro externo hasta los bloques de celdas, áreas de visita, cafeterías, etc. La grabación de las imágenes facilita las labores de investigación ante incidentes de seguridad, la identificación de los responsables y el aporte de pruebas ante los tribunales. El uso de cámaras térmicas permite detectar personas en cualquier circunstancia meteorológica que implique falta de visibilidad.

Accesos restringidos

Para asegurar que solo el personal autorizado podrá entrar en determinadas áreas es preciso instalar sistemas de control de accesos que concedan el paso a través de un identificador personal (tarjeta, código o huella dactilar).

Dispositivos perimetrales

Los muros, barreras de infrarrojos, detectores de choques, detectores de doble tecnología y sistemas de videovigilancia ubicados en la zona exterior de los centros penitenciarios permiten detectar las intrusiones en una fase temprana, reaccionar con antelación y resolver los intentos de fuga, motines y otros incidentes con rapidez.

Detectores e inhibidores de teléfonos móviles

La introducción de teléfonos móviles de forma clandestina dentro de las instalaciones penitenciarias es un problema que se controla con el uso de sistemas que detectan y localizan cualquier actividad relacionada con la telefonía móvil. Su tecnología proporciona información en tiempo real sobre los dispositivos utilizados sin autorización y permite su inhibición.

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